La Historia del FNL

Apuntes para un debate necesario

Guatemala, 27 de Octubre del 2011

El Frente Nacional de Lucha nació a la vida institucional el 29 de Octubre del año 2005. Nació en calidad de instancia múltiple, creada por organizaciones sindicales y populares. Al gestarse, eran 9 sindicatos y 3 instancias comunitarias quienes le daban forma. Pero la vida lo ha hecho cambiar. Hoy, lo conforman 168 organizaciones nacionales, entre ellas 24 sindicatos.

Su objetivo central, desde sus orígenes, ha sido la aglutinación de las organizaciones sindicales y populares alrededor de cuestiones comunes. Existen muchísimos factores que dividen a las comunidades e incluso que facilitan el colocarlas en posiciones antagónicas. Así es esto en lo referente a sindicatos, a comunidades, al campesinado, etc. Eso, simplemente no puede ocurrir, pero se da.

Es frecuente que se sepa que, en una comunidad, los pobladores estén en lucha por la construcción de un parque, por la nacionalización de la energía, por el pago salarial en tiempo y forma, por la consulta popular por esto o aquello, etc. Se trata de luchas válidas, pero dispersas. Las diversas organizaciones que pre-existen y que se proponen, cada una, alcanzar su meta, deberían de concatenarse y hacer un solo frente.

En el marco de la lucha por alcanzar ese objetivo, hemos dado con un conjunto amplio de formas. Algunas locales, otras nacionales, pero todas deben ser del conocimiento de los interesados, que suman la misma cantidad de sujetos: los sectores populares del país. Así, el FNL tuvo que asumir una base social creciente, pero muy dispersa. No sólo porque sus miembros asumen uno u otro tema, (excluyéndose de los demás), o viven en una comunidad fácilmente distinguible, sino porque también representan a muy diferentes sectores.

En esos términos, se trabaja con una amplia gama de sectores, cada uno de los cuales tiene sus banderas particulares de lucha. El sector campesino, el sector sindical, el sector comunitario, el sector juvenil, el sector de género, en fin, prácticamente todos los sectores populares. No ocurre igual en lo referente a los sectores de la burguesía. Sus sectores no pintan con los mismos colores que los nuestros.

Debe quedar suficientemente claro que el FNL aglutina a organizaciones que son parte de los sectores populares. Los sectores de la mediana y la gran burguesía están, por lo pronto, fuera de nuestras estructuras. No así los de la pequeña burguesía, que han ido aprendiendo a hablar nuestra misma lengua. Es notoria, en ese campo, la alianza que se desarrolla con los empresarios de Vea Canal.

Además, el FNL tiene que atender tal multiplicidad de demandas, (y esto ocurre a cada rato), que su misión se ve preñada por miles de insumos, cada uno más importante que los demás.

En términos de lucha, el FNL asume como método todo lo que puede contribuir a colocar a la población en el camino de la victoria. Si se trata de un plantón, pues plantón será. Si se trata de una marcha, o de un cierre de carretera, o de alguna otra acción, pues así será. No tememos a los discursos con los que suelen “defenderse” nuestros adversarios.

Al momento de negociarse los contenidos de las propuestas con los sectores que correspondan, el FNL no cede ni se doblega. Ha sido, a lo largo de su existencia, una instancia firme y seria en sus demandas. Por ello, es que cuenta con el respaldo de la población.

Esto, en cuanto a la lucha como tal. Hay más aristas que se revisarán luego. Entre tanto,

¡La Lucha Sigue!