martes, 6 de julio de 2010

Guatemala, 6 de Julio del 2010

¡Preparan condiciones para la guerra!

Tropas estadounidenses implantan su bota en Costa Rica

La política exterior que implementa el Gobierno de los Estados Unidos a lo largo y ancho del mundo no ha cambiado ni un ápice, a pesar de la derrota electoral del Partido Republicano y del ascenso al poder de Barak Obama, hace más de año y medio. La imposición de su “american way of life” sigue siendo su vocación y, con ese propósito, las armas siguen siendo su principal argumento.

Durante el Gobierno de Obama la carrera militar estadounidense no se ha detenido, como se evidencia con los siguientes hechos:

· se han reforzado las tropas invasoras en Irak y en Afganistán, incluso con el envío de miles de soldados pocos días después de que al Presidente lo distinguieran con el Premio Nóbel de la Paz.

· el actual Gobierno gringo aprovechó la catástrofe ocurrida en Haití para, en la práctica, realizar una ocupación militar en ese país, a pesar de los reclamos de las propias Naciones Unidas, a quienes se les hizo casi imposible prestar la ayuda humanitaria que habían planificado.

· han anunciado y dado ya inicio a la instalación de siete bases militares en Colombia, con la clara intención de reforzar el cerco que han tendido sobre Venezuela.

· han continuado adelante con la reactivación de la IV Flota, a pesar de la protesta generalizada que, por ese hecho político-militar, emanó de todos los gobiernos soberanos de América Latina.

· han intensificado las maniobras militares llamadas “Nuevos Horizontes”, aunque el Gobierno de Paraguay las suspendió para el 2010, debido a que nada justifica su realización.

En síntesis, han generado una suerte de “pentagonización” de Las Américas, bajo la excusa del combate al narcotráfico y al terrorismo, así como la ayuda humanitaria.

Todo parece indicar que hoy le toca a Costa Rica. La Asamblea Legislativa costarricense, fiel el mandato de sus amos, acaba de autorizar la presencia en su suelo patrio y en su mar territorial de 7 mil marines, 46 buques de guerra, 200 helicópteros artillados (entre ellos los Black Hawck), aviones de combate  y navíos de guerra para combatir submarinos. ¡No es poca cosa!

Adjuntamos el afiche que, sobre ese particular, publicamos un par de años atrás, cuando las mismas tropas anunciaron idénticas intenciones para Guatemala.

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Además, agregamos y hacemos nuestro el comunicado de denuncia que, sobre este particular, ha puesto en circulación la ANEP costarricense, que es claro y conciso.

Ante este nuevo despliegue de tropas invasoras en tierras centroamericanas, conviene hacerse las siguientes ptreguntas:

¿Será que, ante un eventual conflicto militar contra Iran, quieren asegurarse lo que ellos denominan su “traspatio”?

¿Formará este operativo militar parte de uno de mayor envergadura, en el cual le corresponderá a nuestros pueblos centroamericanos poner los muertos?

¿Serán estas maniobras una vía para garantizar la funcionalidad óptima del Tratado de Libre Comercio, del Plan Puebla Panamá y del Plan Mérida? Es claro que los tres planes mencionados, urdidos desde Washington e impuestos sobre el Istmo, forman parte de una misma y tenebrosa madeja, a la cual le hemos llamado “La Diabólica Trinidad”.

Cualquiera que sea el caso, nada justifica que se arrastre a nuestros pueblos hacia una dolorosa guerra que nadie ha pedido y que nadie quiere.

Los estadounidenses deben recordar lo que les ocurrió primero en 1956, cuando fueron expulsados de suelo centroamericano con la punta del zapato, y luego, en 1933, cuando los doblega y expulsa la gesta heroica de Sandino.

¡Aquí, en América Central, no los hemos llamado ni queremos su presencia!

¡LA LUCHA SIGUE!

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Comunicado de Prensa

Condenamos mayoría parlamentaria que autorizó abusiva presencia militar gringa en suelo tico;

decisión equiparable a una traición a la Patria

En la práctica se trata de una invasión

Lógica guerrerista de Washington

arrasa con la soberanía costarricense

7 mil marines transitando por suelo nacional, 46 buques de guerra, 200 helicópteros artillados (entre ellos los Black Hawck), aviones de combate  y navíos de guerra para combatir submarinos, constituyen una especie de invasión del guerrerista gobierno estadounidense y su desesperada lógica militarista para tratar de mantener una hegemonía planetaria cada vez más en decadencia.

Más grave todavía es que el personal militar gringo tendrá total libertad de movimiento en suelo costarricense, además de tener el privilegio de no sujetarse a las leyes nacionales lo que, en caso de comisión de infracciones legales y penales, le dejaría impune.

La excusa de que tan descomunal pliegue armamentista obedece a operaciones contra el narcotráfico y para realizar actividades humanitarias, ofende la inteligencia del pueblo tico. Es bien sabido que el régimen de Washington nunca “arranca pelos sin sangre”, especialmente cuando se trata de reforzar su control hegemónico sobre los pueblos de la América Latina; algunos de los cuales, afortunadamente, con gobiernos dignos a la cabeza, se han rebelado a seguir siendo considerados como el patrio trasero de dicha potencia en decadencia.

Censuramos fuertemente, con toda energía, a los diputados y diputadas de la coalición gobiernista Li-Li (partidos Liberación-Libertario), por su humillante doblez, su prosternación indigna y su desprecio total por nuestra herencia soberana como nación, en un acto que bien podría ser calificado como de Traición a la Patria.

En medio del estupor y de la gigante indignación que genera ser testigos de tal afrenta a nuestro legado histórico de la Gesta de 1856, cuando el gobierno de la época, encabezado por el insigne patricio Presidente don Juanito Mora Porras, se enfrentó al naciente intervencionismo imperialista de los Estados Unidos; alegra saber que un distinguido  grupo de legisladores y de legisladoras costarricenses tuvieron firme entereza moral, enorme gallardía cívica y alto decoro patrio, negándose a cohonestar tan vil acto de afrenta soberana a la patria costarricense.

La coalición gobiernista y su fracción parlamentaria le facilitaron al gobierno guerrerista del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, la inserción de Costa Rica a una estrategia militarista que Washington impulsa en nuestra región latinoamericana, para no solamente detener la corriente progresista de gobiernos decentes que hoy defienden la soberanía de nuestros pueblos en la América del Sur; sino para crear todas las condiciones para una invasión militar a algunos de esos gobiernos que con más firmeza enfrentan la histérica lógica militarista gringa ante la irrefutable realidad de que están, como imperio, en incontenible decadencia, aunque por tal razón, mucho más peligrosos y agresivos que nunca.

Hacemos un llamado a todas las fuerzas patrióticas y cívicas del pueblo costarricense para que, de manera conjunta, aunemos esfuerzos e impulsemos todas las acciones posibles en defensa de la soberanía de nuestra nación, completamente mancillada por los parlamentarios gobiernistas de la coalición Li-Li.

San José, viernes 2 de julio de 2010.

Albino Vargas Barrantes

Secretario General

Edgar Morales Quesada

Secretario General Adjunto

ASOCIACIÓN NACIONAL DE EMPLEADOS PUBLICOS Y PRIVADOS

ANEP

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