viernes, 29 de mayo de 2009

La Caja de Pandora

¿Se construye hoy una moderna Caja de Pandora?

Unión FENOSA, Iberdrola, Gas Natural, REPSOL, Jaguar Energy, Duke Energy, Teco Energy, EEGSA, DEORSA, DEOCSA, la Caixa…

 

clip_image002Cuenta la mito-logía griega que en la antigüedad existía una caja que en su interior contenía todos los males conocidos por la especie humana, incluidos algunos que aún nos falta por conocer. Pandora, a quien la caja fue entregada para su custodia, dominada por la curiosidad cometió el fatal error de abrirla y, al hacerlo, dejó escapar la codicia, la avaricia, la envidia, la mentira, el engaño, la maledicencia, la venalidad, el irrespeto, la injusticia, las prácticas políticas de derecha, los políticos y empresarios corruptos, los militares fascistoides y todos los otros miles de demonios que, desde entonces, acosan incansablemente a toda la humanidad.

Sin embargo, cuando hoy hablamos de una caja desde la cual brotan toda suerte de males y demonios, no hacemos referencia solamente a historias viejas ni a eventos extraídos desde la febril fantasía de nadie. Al parecer, está en proceso de construcción, y con paso acelerado, una versión moderna de la Caja de Pandora, quizás incluso peor aún que su antecesora mitológica, y está activa, muy activa, cuando menos en lo que se refiere a su impacto negativo y profundo sobre la realidad guatemalteca.

Nos referimos al grupo empresarial llamado Gas Natural y a sus múltiples empresas asociadas, tanto en España como en el resto del orbe. La empresa Gas Natural compró, recientemente, a Unión FENOSA y, con ello, asumió entonces las cuentas pendientes que Unión FENOSA tiene en Guatemala y en otras partes del mundo. En el caso concreto de nuestro país, esas cuentas son muchas y cada una de ellas ahora las hereda, con toda propiedad, Gas Natural. Por ende Gas Natural, a través de Unión FENOSA, desde España clava sus largas uñas en las carnes blandas del resto del mundo, Guatemala incluida.

clip_image002[9]Este poderoso consorcio, en su país de origen, se viste con un ropaje que no se corresponde, en absoluto, con el nefasto papel que ahora van a desempeñar más allá de sus fronteras, al constituirse en los continuadores naturales de la obra negra iniciada por Unión FENOSA. Su logotipo, por ejemplo, es una mariposa ecológica, con lo cual quieren significar que, como empresa, asumen cuota de responsabilidad social que les corresponde en el tema del medio ambiente. Esa mariposa, desde ya, está siendo abruptamente mancillada por las prácticas que desarrolla la nueva empresa que han absorbido: Unión FENOSA.

Allá, en España, también Unión FENOSA e IBERDROLA se pretenden vestir con el ropaje de los buenos, se cubren con una falsa máscara que las presenta públicamente como generosas autoras de numerosas obras sociales ejecutadas en beneficio del pueblo español. Si las autoridades de Gas Natural no enmiendan, cuanto antes, el rumbo emprendido en Guatemala por quienes aquí son sus antecesores en el campo energético, serán entonces copartícipes en la destrucción de un país completo y cohonestarán con su presencia la multiplicación del hambre y la miseria. También cosecharán, así, la cólera social que Unión FENOSA e IBERDROLA han sabido cultivar con tanto esmero y con tan buenos resultados.

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En todo caso, a Unión FENOSA y a su colega, IBERDROLA, aquí ya les conocemos su verdadero rostro, por muchos esfuerzos que hagan por disfrazarlo. A la inversa de cómo reza el conocido refrán popular, estas transnacionales “son candil de la casa y oscuridad en la calle”. De manera simultánea muestran dos caras que resultan antagónicas, antípodas entre sí, como ocurre con el villano de Batman. Estos consorcios pasan por la vida siendo dueños de una doble moral que emplean para dar palo impunemente en el exterior de España, pero reparten confites hacia adentro, con los que buscan endulzar su imagen pública. En España, se perfuman de rosas, pero en Guatemala hace rato que nos huelen a gas natural.

Ya va siendo hora de ponerlas al descubierto. De desenmascararlas, de evidenciarlas ante el mundo, para que se sepa quiénes son en realidad. Que las conozcan incluso en su propia casa donde, quizás, más les duela, porque allí es donde con más esmero y dedicación se disfrazan.

En lo que se refiere concretamente a nuestro país, el daño que ha causado Unión FENOSA, codo a codo con IBERDROLA, tras más de una década de operaciones, ha sido cuantioso. Aunque lo hemos denunciado con todo detalle en comunicados anteriores, conviene recordar, a manera de síntesis, los siguientes hechos concretos:

· Unión FENOSA e IBERDROLA, con la complacencia o complicidad del Gobierno de turno, estafaron al pueblo guatemalteco en 1998, al momento de comprar los activos del INDE, birlándole la suma de 149 millones de dólares, equivalentes a US$ 12 por cada habitante en el país, incluidos los neonatos. Pagaron US$ 101 millones por activos valorados en US$ 250 millones. ¡Menudo negocio!

· Han incumplido impunemente con lo que la Ley le mandata, incluidos los fallos de la propia Corte de Constitucionalidad. Simplemente se declaran por encima de la Ley, se colocan en desacato y, así, cobran a los usuarios no lo que la legislación guatemalteca les ordena, sino lo que su codicia les indica. El padrinazgo político que saben granjearse le sirve, en estos casos, de manto que les otorga plena impunidad.

· Han robado al pueblo, de manera continua y por distintas vías durante 10 años, acumulando a su favor la descomunal cifra de 4 mil millones de dólares por concepto de cobros ilegales.

· Han abusado de las facultades que le confiere la Ley, inventándose multas, alterando lecturas de medidores, actuando no como inversores, sino como pretores de cualquier imperio.

· Han solicitado y recibido plena colaboración de las autoridades públicas para desatar oleadas de represión contra las organizaciones ciudadanas que adversan su presencia en el país. Se han servido, pues, de los perros de la guerra.

· Tras diez años de operaciones, la inversión en el mantenimiento y renovación del sistema de distribución energética ha sido mínimo. Es decir, se han dedicado a cobrar a manos llenas, pero al momento de sacar un centavo de sus propios bolsillos, han sido extraordinariamente parcos.

· Han acusado penalmente ante tribunales internacionales al país que les abrió las puertas y que las recibió en su suelo, bajo el absurdo argumento de que no se les permite acumular la tasa de ganancia que nace desde sus avaricias desmedidas.

· Lo más grave es que, aunque de ninguna manera le corresponde hacerlo, han generado que se impulse una política estatal de privatización de la producción energética nacional, con el agravante de que lo harán a partir de la instalación y puesta en funcionamiento de plantas generadoras que operarán empleando como materia prima el carbón mineral, con todo el daño económico, ambiental, social y cultural que de ello se deriva.

· En el caso anterior, Unión FENOSA se convierte en la empresa que otorga las licitaciones para la construcción de las plantas carboneras, usurpando, así, un papel que debería ser competencia irrenunciable e indelegable del Estado.

Esta síntesis se basta para revelar la naturaleza real propia de este consorcio, que ahora ha pasado a manos de Gas Natural. Sólo las cinco plantas generadoras de energía a partir de carbón mineral, (de las cuales ya dos están construyéndose), serán responsables de la progresiva conformación de una inmensa nube preñada de químicos tóxicos, desde la cual se desprenderá, inexorablemente, la conocida como “lluvia ácida”, que envenenará las aguas subterráneas y de superficie, intoxicará las tierras de cultivo, destrozará los bosques, en fin, causará un deterioro ambiental cuyo costo caerá, principalmente, sobre los hombros de los sectores populares.

Eso es lo que han construido Unión FENOSA e IBERDROLA. En Guatemala urge, por ende, la declaratoria de que las operaciones de estos consorcios son lesivas para el interés nacional y que, por lo tanto, se les debe expulsar del país.

¿Será ese el rumbo que también quiere emprender Gas Natural al absorber a esta empresa?

Pero en esta nefasta trama no se conjugan solamente Unión FENOSA, IBERDROLA y Gas Natural. Al proceso depredador de nuestro país, cuyo peso principal recae sobre los hombros de los sectores populares, se adhieren otra serie de empresas asociadas con sede en España, en Guatemala o en otras partes del mundo, algunas de nuevo cuño, pero que, en la práctica, responden todas a objetivos afines y a idénticos intereses financieros:

· EEGSA, DEORSA y DEOCSA son las subsidiarias de Unión FENOSA e IBERDROLA creadas para que asuman en Guatemala el cobro ilegal de servicios.

· Duke Energy y Jaguar Energy son las empresas a las cuales Unión FENOSA otorga la licitación para la construcción, ya en marcha, de las dos primeras plantas carboneras.

· Teco Energy es otra asociada que destaca, en este caso, como la entidad responsable de acusar al Estado ante tribunales internacionales, amparada en el Tratado de Libre Comercio entre Guatemala y Estados Unidos.

· Y, al final, aparece La Caixa. Una poderosa entidad financiera catalana que resulta ser, si no la principal, cuando menos una de las principales accionistas de Gas Natural. Es decir, una de sus dueñas.

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La Caixa, que significa “La Caja”, traducido al español, es un inmenso consorcio el cual, en su condición de dueña de Gas Natural, hereda también las responsabilidades que, en Guatemala y otras partes del mundo, compete asumir a Unión FENOSA. De hecho, está a la cabeza de todo ese complejo tinglado pluriempresarial al que nos hemos venido refiriendo en estas páginas.

¿Será que quiere pasar a ser la versión moderna de “La Caixa de Pandora”?

Porque también es una de las principales accionistas de REPSOL, otra empresa española de no grata presencia en América Latina, sobre todo por su participación en la exploración y explotación minera y petrolera, temas que en Guatemala han generado enormes conflictos entre los intereses populares y los de las corporaciones nacionales y transnacionales.

La Caixa es una corporación internacional que, tanto en España como fuera de sus fronteras, realiza una importante obra social, ubicable en varios campos sustantivos. Incluso aporta recursos para numerosos proyectos que se ejecutan en Guatemala. No es razonable, por lo tanto, que lo que haga con la mano lo borre luego con el codo.

Instamos, pues, a los socios de La Caixa a que revisen y corrijan, cuanto antes, el quehacer emprendido por sus empresas en Guatemala. Unión FENOSA debe irse de aquí, pero previamente devolviendo al país los inmensos montos que ha cobrado de más.

Gas Natural, si termina de absorber a Unión FENOSA, debe enfrentar las irresponsabilidades que esta empresa le hereda.

IBERDROLA, por su parte, debe también liar sus bártulos, montarse de nuevo en La Pinta, La Niña y la Santamaría, y regresarse a su Puerto de Palos. Si no, corre el riesgo de salir a su puerto pero a palos. También devolviendo primero lo que han acumulado ilegalmente

Duke Energy y Jaguar Energy deben suspender las obras de construcción de las indeseables y dañinas plantas carboneras.

Teco Energy debe desistir en su demanda contra el Estado guatemalteco, porque con esa actitud lo que evidencia es una absoluta falta de vergüenza.

EEGSA, DEORSA y DEOCSA simplemente deben desaparecer, porque sus funciones deben ser absorbidas por el INDE y por empresas municipales.

Mientras cada una de estas demandas se consigue, aquí, en Guatemala, de costa a costa, de frontera a frontera,

¡La Lucha Sigue!

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