lunes, 29 de diciembre de 2008

PROMESAS INCUMPLIDAS -1-

Guatemala, 26 de Diciembre del 2008

Un año de promesas incumplidas- 1
El pueblo acumula una frustración tras otra


Es un hecho que, si algo ha caracterizado al año 2008 en el ámbito de lo político, ha sido el acelerado declive en las expectativas que se habían forjado en el seno del pueblo ante la llegada del nuevo Gobierno. El 14 de Enero, fecha en la que Colom asume la Presidencia de la República, decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas tenían la esperanza de que, por fin, las cosas iban a empezar a mejorar. Pero, desde sus primeros pasos, el actual Gobierno fue aceleradamente haciendo añicos todas y cada una de esas vanas esperanzas.

1.- Como parte de su bien elaborada estrategia de campaña, a lo largo del 2006 y del 2007 la UNE, con Colom a la cabeza, se presentó ante el electorado como una alternativa política de pensamiento social-demócrata, incluso de izquierda, dispuesta a poner fin al poder hegemónico que las derechas han venido ejerciendo desde 1954. Millares de personas a lo largo y ancho del país creyeron, (o por conveniencia quisieron creer), en semejante patraña y le otorgaron su voto. En esa tomadura de pelo destaca el caso del gremio magisterial, de FENASTEG, de la UASP y de otras organizaciones las cuales, durante la campaña electoral, llegaron a diversos acuerdos públicos con la UNE y se dedicaron de lleno a apoyarla.

Pero pronto, muy pronto, con sus hechos políticos la UNE puso en evidencia, ante el país y ante el mundo, que su verdadera naturaleza política es de derecha, que su primer compromiso es con las derechas, (quienes al fin y al cabo le financiaron con holgura la campaña), y que el definirse como social-demócrata o como de izquierda no pasaba de ser más que una pose adoptada por conveniencias electorales.

Una vez electo, incluso antes de ocupar la silla presidencial, Colom, (quien se sentía todavía en campaña), afirmó que sus Ministros serían todos de ideología social-demócrata. Pero, en la práctica, el gabinete de Gobierno nombrado por la Colom y por la UNE pasó primero por el visto bueno del CACIF y de la derecha militar. Varios nuevos Ministros afirmaron públicamente que no sólo no eran social-demócratas, sino que ni siquiera pertenecían a la UNE. Ante esa realidad cabe preguntarse: ¿Quién, entonces, los designó o los impuso para que ocuparan esos cargos públicos? La máscara con la que se disfrazó la UNE empezaba a desmoronarse.

Pero luego, una vez en el ejercicio del Gobierno, las políticas públicas adoptadas en cada uno de los campos sustantivos de la vida nacional han puesto en evidencia, sin que quepa el menor género de dudas, que se trata de otro Gobierno de corte neoliberal, fiel servidor de los intereses de los ricos y contrario a los derechos que son patrimonio irrenunciable del pueblo. Es nada más que una mera continuidad de lo actuado por sus predecesores. El maquillaje por el que optaron en campaña simplemente se les cayó, dejando ver el verdadero rostro de quienes hoy gobiernan.

Los hechos políticos acumulados durante el 2008, uno tras otro, se bastan para demostrar irrefutablemente que la UNE no es, en absoluto, un partido de ideología social-demócrata y que Colom no califica, ni por aproximación, como de izquierda.

Son derecha, adornada en este caso con un discurso populista y con una práctica política indecorosa, que busca comprar conciencias y votos a cambio de limosnas, en vez de enfrentar los graves problemas que aquejan a los sectores populares.

Colom y la UNE se desnudaron como lo que siempre han sido: Derechas populistas dispuestas claramente a impulsar políticas públicas que generan ricos cada vez más ricos, a costa de pobres cada vez más pobres. Derechas disfrazadas dispuestas a entregar atada de pies y manos la riqueza y la soberanía nacional a poderosos consorcios nacionales y extranjeros.

Durante la campaña electoral, Colom y la UNE pretendieron vestirse de izquierda. Pero la realidad ha demostrado que esa ropa les resulta ajena, les queda muy grande, que no la llenan y que no la honran con sus prácticas.

La promesa vaga de un Gobierno de centro, de centro-izquierda, de izquierda o a favor del pueblo, simplemente se la llevó el viento, por cuanto no pasaba de ser, al fin y al cabo, más que una promesa falsa de campaña, es decir, una mentira.


2.- En el campo de la educación, estratégico en la vida nacional, son varias las promesas incumplidas. Dentro de ellas, deben destacarse las siguientes:

A.- Para comprometer en su favor al gremio magisterial, durante la campaña Colom les prometió que Olmedo España sería el próximo Ministro de Educación. Incluso Olmedo España fue el pedagogo que tuvo bajo su responsabilidad la formulación del componente educativo dentro del Programa de Gobierno de la UNE.

Sin embargo, al momento de la verdad, el CACIF y la US-AID impusieron a una funcionaria de su confianza, que responde plenamente a su línea y a sus intereses: Ana Ordóñez de Molina, economista conservadora que nada tuvo que ver nunca con la UNE, con su Programa de Gobierno ni movió un dedo a lo largo de la campaña electoral. Este desaire condujo a que Olmedo España, con dignidad, renunciara a otro cargo público sustitutivo que, como premio de consolación, le estaban proponiendo en el CONCYT.

Pero, más que la burla a una promesa asumida ante el magisterio, este hecho significó que, en la práctica, el nuevo Gobierno renunciaba tranquilamente a los postulados explícitos en su Plan de Gobierno y asumía como propios, por el contrario, los lineamientos educativos del CACIF, de la Embajada de los Estados Unidos y del grupo Empresarios por la Educación, todos, sin excepción, contrarios a la letra y al espíritu de la Reforma Educativa nacida desde los Acuerdos de Paz. Más importante que las personas designadas, lo que debe leerse es la intencionalidad política implícita detrás de cada nombramiento. Colom, por ende, no traicionó al magisterio y al país sólo al nombrar a quien impuso el CACIF, sino que, peor aún, los traicionó al adoptar un planteamiento educativo que no responde para nada a las necesidades del pueblo ni a los compromisos de Estado contenidos en los Acuerdos de Paz, expresados en la Reforma Educativa.


B.- Como no le cumplió al magisterio con el nombramiento del Ministro, Colom se apresuró entonces a prometerle al gremio magisterial que nombraría a dos de los Viceministros a partir de los nombres que ellos propongan. Tampoco esta promesa alternativa se cumplió. Ciertamente, a sugerencia del sindicato, el 21 de Enero nombraron como Viceministro Técnico a Francisco Rosales, pero su paso por la cartera ministerial fue efímero. Sin más ni más lo destituyeron el 5 de Marzo, antes de cumplir dos meses de ocupar el cargo. Con ello, el magisterio se quedó sin Inés y sin el retrato. Es decir, ni Ministro ni Viceministros, como se lo habían prometido.

Debe destacarse que, tras esta nueva burla a los maestros y maestras que apoyaron con decisión la campaña electoral de la UNE, lo que se deja ver es la forma en la que el proyecto educativo del Gobierno se va comprometiendo, a pasos acelerados, con el planteamiento de las derechas, antípoda de la Reforma Educativa que fuera consensuada luego de dos intensos procesos nacionales de consulta y de diálogo.

C.- Otra promesa de campaña consistió en el compromiso de que se presupuestaría a los maestros y maestras por contrato. También esto se volvió humo de pajas. Tan lejos de sus intenciones estaba el presupuestar a los maestros, que ya para mediados de año la partida presupuestaria de 300 millones de quetzales destinable a este propósito la trasladaron desde el Ministerio de Educación hacia el de Defensa, vía CONRED.

Entre tanto, a maestros y maestras por contrato les han venido dando atol con el dedo, llegándose al extremo de que, a finales del 2008, se han demorado en renovar los contratos para el año siguiente, con lo cual colocan a cada docente ante el temor de quedarse sin trabajo. En otros casos, se les ha obligado a firmar contratos por sólo tres meses, se les ha cobrado una cuota por la firma o se les adeudan varios meses de salario. Con ello, las autoridades de Gobierno pretenden hacer del miedo al desempleo un arma que juegue a su favor, para desmovilizar a este importante sector del gremio magisterial.

El colmo es que el 22 de Diciembre, es decir, como regalo de Navidad, El Periódico publica declaraciones oficiales en las que se anuncia que el Ministerio de Educación, durante el 2009, abrirá plazas para ¡46 mil nuevos maestros por contrato! Es decir, no sólo no se presupuestan las plazas por contrato preexistentes, como lo habían prometido, sino que se generarán muchísimas más.

¿Hasta cuándo va a seguir el gremio magisterial recibiendo una bofetada tras otra en su rostro? El actual Gobierno les ha mentido una y otra vez, haciendo del engaño y de la doble cara la política característica que tipifica a este Gobierno.

D.- Otro canto de sirenas residió en la promesa pública de que se cerrarían las escuelas de PRONADE. Tampoco se cumplió con ello. El esquema de los PRONADE, entendido como la punta de lanza de la privatización del sistema de educación pública sigue ahí, vivito y coleando. Los COEDUCAS y las Juntas Escolares siguen operando en un rol sustitutivo de deberes que, por definición, son competencia del Ministerio de Educación. Las Instituciones de Servicios Educativos, ISES, no han dejado sus contratos con el Ministerio. En fin, la esencia misma del PRONADE no sólo no se ha visto afectada sino que, peor aún, grupos como la Gran Campaña por la Educación y Empresarios por la Educación han retomado el discurso de que debe fortalecérsele. Esta es, pues, otra promesa que se escurre entre los dedos y se escapa, como humo de pajas.

Peor es el caso por cuanto el 22 de Diciembre se publica la noticia de que, en el 2009, se contratarán ni más ni menos que ¡25 mil nuevos maestros para el sistema de PRONADE! La promesa de romper con este sistema, pues, salta hecha añicos ante las disposiciones políticas que adopta el Gobierno, obediente ante los mandatos de los sectores poderosos que impulsan la Contrarreforma Educativa y la privatización solapada de la educación.

E.- En épocas de campaña tanto Colom como la UNE se comprometieron, además, a firmar un Pacto Colectivo con el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala, STEG, y a que se aumentaría el salario del personal docente y administrativo. El Pacto Colectivo ciertamente se firmó, pero del aumento, nada. Se habla de que les otorgarán un 8%, pero que se hará efectivo en las calendas griegas. Entre tanto, otros sindicatos del país, por medio de la lucha, han conquistado derechos relevantes para sus afiliados y afiliadas, no sólo en términos de incremento salarial sino, además, de otras garantías laborales.

En este caso, aunque se firmó el Pacto Colectivo, lo cierto es que cabe preguntarse: ¿Para qué sirve el Pacto Colectivo, si el Estado no está dispuesto a honrarlo? ¿Cuál es, entonces, el camino a seguirse por los trabajadores y trabajadoras de la educación? ¿Hasta cuándo se van a dejar que les sigan tomando el pelo?

Cuando se firmó el Pacto Colectivo, el 15 de Abril, con habilidad los grandes medios de prensa hicieron girar la vista de la opinión pública hacia el tema de los honorarios que cobraría Enrique Torres. Lograron desviar la atención respecto a que la firma de ese Pacto debe considerarse como una importante conquista del magisterio en particular y de la clase trabajadora en general. Pero, independientemente del monto que el abogado asesor del STEG y de la Asamblea Nacional del Magisterio, ANM, haya cobrado o vaya a cobrar, lo cierto es que este Pacto Colectivo, al igual que cualquier otro, si sólo tiene vida en el papel le sirve a los trabajadores para muy poco, excepto para demostrar que el papel aguanta lo que le escriban. El Pacto Colectivo, una vez suscrito por las partes, deviene en Ley y, por lo tanto, su cumplimiento es obligatorio. El Gobierno no puede simplemente firmarlo e incumplirlo. El Pacto no está formado por promesas, (que ya vemos que el actual Gobierno no las cumple), sino por mandatos legales, por obligaciones irrenunciables. Pero, si no se exige su cumplimiento, pues estas obligaciones pasan también a ser parte del enorme baúl de promesas que se las lleva el viento.


F.- En materia educativa, especial mención merece el caso de las Escuelas Normales. En esta ocasión no se trató solamente de una promesa de campaña incumplida, sino, peor aún, de un conjunto de promesas adoptadas ya desde el Gobierno y como Gobierno, que fueron consagradas incluso en Acuerdos Gubernativos. Pero luego, ante la presión de los grupos de derecha, minoritarios pero poderosos, el Gobierno simple y sencillamente los manda al cesto de la basura. Tan grave fue la puñalada por la espalda que las autoridades de Gobierno le ensartan al pueblo en general y a la Comunidad Normalista en particular, que se pudiera deducir que el Viceministro Carlos Aldana, quien empleó un semestre de su vida para lograr esos acuerdos hoy descartados, por respeto a su propia dignidad renunció irrevocablemente a su cargo.

Esta traición al pueblo, al final, lo que pone en evidencia es que el actual Gobierno, con tal de obedecer a sus verdaderos amos, (es decir, al CACIF), atropella lo que se le ponga por delante. En este caso, con tal de retomar la idea de hacer desaparecer a las Escuelas Normales, llega incluso a cortar la cabeza de uno de los pocos funcionarios dignos con los que contó.

La ruptura de lo acordado, que se materializa en la derogatoria del Acuerdo Gubernativo en el que se consignaban los consensos, implica la retoma del proyecto neoliberal que busca condenar a muerte a las Escuelas Normales y, con ello, precarizar la situación laboral de miles de trabajadores y trabajadoras, docentes y administrativos, cuyas labores se desempeñan en ese terreno.

Tomando en cuenta la extensión de este documento y las capacidades de la mayoría de los correos electrónicos, el tema de las promesas incumplidas lo plantearemos en dos entregas. Son tantas y en tantos campos de la vida nacional, que un solo documento no basta para analizarlas todas. En la siguiente entrega se abordarán los incumplimientos en temas como los derechos laborales, la salud, la violencia, la impunidad y otras políticas públicas alrededor de las cuales también han mentido y procurado engañar a la población.

Tan abierto, evidente y lesivo para el pueblo ha sido el descaro con el que engañan e incumplen que ratificamos nuestra consigna:

¡LA LUCHA SIGUE!

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