lunes, 4 de junio de 2007

Sólo hay un camino

Sólo hay un camino que es el nuestro:
la democracia, la libertad y la justicia

ES IMPOSIBLE QUE HAYA VIDA CUANDO LA MISERIA, EL HAMBRE Y LA VIOLENCIA DESTRUYEN LA VIDA.

ES IMPOSIBLE QUE HAYA JUSTICIA CUANDO EL HAMBRE, LA MISERIA Y LA EXPLOTACIÓN ACABAN CON LA VIDA.

Y ES IMPOSIBLE QUE HAYA LIBERTAD CUANDO EL HAMBRE, LA MISERIA Y LA EXPLOTACIÓN TIENE ENCADENADOS A MILLONES DE PERSONAS.

¡POR ESO HAY QUE HACER UNA REVOLUCIÓN!



Sólo nosotros los revolucionarios buscamos solución total a los problemas del hambre, la miseria, la explotación, la injusticia y la opresión.

Y lo decimos bien claro:

No habrá soluciones nacionales, regionales ni mundiales, si no se plantean los grandes problemas y sus soluciones en forma completa y total.

Por muchos años se han estado proponiendo parches, medidas de engaño para no plantear los verdaderos problemas nacionales, regionales ni continentales. No hay solución para ninguna familia, ningún municipio ni ningún país sino hay una solución para todos.

Es inútil pedir que cada uno se sacrifique, que tenga fe y que tenga sentimientos si las sequías, si el desempleo, si el hambre y la miseria nos están aplastando a todos. En medio de la guerra desatada por los gringos, no se puede pedir que seamos ¡positivos!. Hay que luchar y ese es el único camino posible.

¿Por qué se ha podido empujar a los pueblos al engaño? Primero, porque les conviene a los empresarios gringos y su gobierno. Y segundo, esto es lo grave, porque no han existido verdaderos revolucionarios.

Y ¿por qué no han existido verdaderos revolucionarios?

Unos porque han sido infiltrados en las filas revolucionarias, son empleados de los enemigos del pueblo, son gente que se vende y que se vende por unos puestos o un dinero.

Otros por irresponsables, porque les ha faltado dedicarse a estudiar, a discutir y a ejecutar las cosas que saben que son las verdaderas soluciones. La verdadera solución es hacer una revolución.

Bases de la revolución

¿Por qué hay que hacer una revolución?

Primero por la calidad de país en que se vive. Este país es un país nada más de nombre independiente, nada más de nombre como república, nada más de nombre como un Estado Soberano. Todo eso se dice para engañar y evitar que se diga la verdad.

Este país ha sido un país sometido, esclavizado y colonizado por más de 5 siglos. Son apenas unos pocos años en que se ha intentado romper la explotación, la miseria y la indignidad.

Todos los gobernantes, a excepción de 2 o 3, que son Juan José Arévalo, Jacobo Árbenz y tal vez Justo Rufino Barrios, todos los gobernantes siempre han estado sometidos a lo que digan los grandes empresarios voraces y sanguinarios de Estados Unidos, Corea, Alemania y los nacionales.

Nadie está contra los empresarios, pero todos estamos contra los ladrones, los sanguinarios que matan a otros empresarios, clientes, proveedores o trabajadores, para robarles. Todos sabemos sus nombres y todos sabemos las cosas que han hecho.

No se arregla el país con una o con dos leyes, tampoco poniendo otra oficina más de inspección de trabajo o de quejas para que los niños, las mujeres, los hombres y los ancianos hambrientos se vayan a quejar y se burlen de ellos.

Hay que organizar otro sistema de economía, de derecho y de administración.

Hay que hacer una revolución e inventar las formas de acabar con el hambre, acabar con la miseria, acabar con la explotación y la ignorancia.

Cualquier revolucionario que no diga esto, simplemente está engañando y debe ser denunciado como un enemigo de la revolución. No se puede llegar a ningún acuerdo con los grandes ladrones, con los grandes asesinos ni con los enemigos de la humanidad que sólo viven para robar y matar.

Segundo, ¿por qué hay que hacer una revolución?

Porque desde hace casi 100 años los revolucionarios dijeron que había que cuidar los recursos naturales. Porque el agua potable, la tierra fértil, las minas, los bosques y el aire se van acabar sino se usan correctamente.

No se puede quemar todos los bosques, no se puede echar toneladas y toneladas de insecticidas ni venenos sobre la tierra fértil, tampoco se pueden contaminar todos los ríos. y es imposible echar tanto humo y veneno al cielo que no va haber aire para respirar.

Tercero, ¿Por qué hay que hacer una revolución?

Porque hemos aprendido que los pueblos saben manejar mejor los recursos, saben respetar la ley y cumplir con lo que se ordena y que miles de empresarios y patronos no cumplen la ley y dan mordidas y hacen las cosas criminalmente. Con una mordida queman bosques, con una mordida sacan licencias para minas, con una mordida se han robado todo lo que se han robado.

Cuarto, ¿Por qué tenemos que hacer una revolución?

Porque sólo cambiando todo el gobierno, las leyes, y las mentalidades de bandidos, ladrones, asesinos y delincuentes, es posible poder vivir en paz.

¿Quiénes son los principales asesinos y generadores de violencia? Pues los grandes empresarios delincuentes, que viven del contrabando, que viven de la corrupción y que viven del crimen. Por todo lo que se roben en cien años los rateros (de vacas, gallinas, carteras) no es igual a lo que se roban en un día los grandes empresarios en los fraudes de la bolsa; de las acciones y del lavado de dinero.

En el actual Gobierno eso es imposible de perseguir porque son los grandes empresarios quienes ponen a las autoridades o las pueden comprar.

¿Se puede hacer una revolución?

Sólo los cobardes, sólo los que son comprados o los que se han vendido dicen que no se puede hacer una revolución. Pero todo el pueblo necesitado necesita una revolución.

Las Bases de la revolución

Este país desde antes de la llegada de los bandidos y asesinos españoles, del bribón de Pedro de Alvarado y los otros delincuentes que lo acompañaban, digo que antes que los invasores llegaran, los pueblos se organizaron y lucharon contra los atacantes. Los pueblos estaban en desventaja porque los españoles tenían caballos, usaron las armas químicas de destrucción masiva como son la pólvora, los cañones y las escopetas, los españoles tenían corazas, cascos y además tenían mucha gente que habían comprado en México, que son los llamados mercenarios.

Los pueblos resistieron durante siglos con levantamientos, resistieron con pueblos en resistencia, con gente que se metió en las montañas y que hasta hoy siguen luchando en silencio. Son grandes levantamientos en 1770 y en 1815 en lo que se conoce hoy como Chiapas y lo que antes fue el Departamento de Totonicapán que comprendía todo Quetzaltenango, San Marcos, Huhuetenango y parte de Chiapas y Tabasco, los patriotas Lucas Aguilar y Atanasio Tzul organizaron un gobierno como no ha habido ninguno hasta hoy respetando la tradición y las nuevas formas de gobierno republicano.

Son siglos y siglos de lucha abierta, pero también de lucha callada y ¿para qué es esa lucha? con un gran objetivo lograr la independencia y soberanía nacional.

Porque sólo pudiendo organizar la economía, el trabajo, la distribución de riqueza, el buen uso del suelo, el agua, las minas, las riquezas naturales, aprovechando bien la mano de obra de todos los pueblos, sólo pudiendo hacer eso se puede vivir en paz. Esa capacidad de organizar el trabajo y el uso de la riqueza eso es lo que se llama soberanía popular.

Cuando no vienen a mandar aquí los empresarios gringos, ingleses, coreanos o de cualquier país, se dice que somos independientes. Pero si ellos son los que deciden, entonces nosotros dependemos de lo que ellos quieran enriquecerse y nosotros tenemos que perder.

¿Pueden los pueblos organizarse y trabajar?

Los gringos y sus empleados (los periodistas que se venden, los bandidos políticos y todos los orejas) dicen que los pueblos son incapaces de trabajar y de organizarse. Ellos, con sus generales a la cabeza dicen que lo que los pueblos necesitan es que los exploten, que los humillen y los traten mal.

Siempre gritan (como hacen todos los generales) que aquí se necesita Mano de Hierro Inoxidable. Que se necesita mano dura. Ellos mienten, ellos buscan engañar, porque son ellos los bandidos y delincuentes (ellos han torturado, robado y matado para hacerse ricos). ¿Cómo puede tener un general con un sueldo de 5 mil quetzales mensuales, 50 millones de dólares en bancos gringos? ¿Cómo? Robando y matando.

Los pueblos en su lucha y en su resistencia han demostrado que sí pueden organizarse, sí pueden trabajar y sí pueden luchar hasta lograr la victoria.

¿Por dónde se principia?

Lo primero que tiene que hacerse es definir si se quiere hacer una revolución o si sólo se quiere jugar a las elecciones y que alguien consiga un chancecito para ver qué se roba.

Una revolución exige organización, mucha paciencia y mucha capacitación. Hay que saber de todo para hacer una revolución y los pueblos son capaces de aprender de todo para hacer la revolución que se necesitan.

Sólo haciendo un grupo sólido y capaz es como han logrado todos los pueblos de la tierra hacer sus revoluciones.

Nosotros no principiamos de cero, antes de nosotros, los pueblos han luchado en condiciones tan difíciles pero han sobrevivido y dejado sus enseñanzas.

La primera lucha que se reconoce es la lucha contra los españoles desde 1524 hasta 1821, durante tres siglos, de trescientos años, de más de 100 mil días, con sus noches, los pueblos resistieron la ocupación militar, la persecución y la explotación de los sanguinarios españoles y los traidores que se pasaron con ellos;

Fueron los pueblos los que se alzaron en Chiapas, El Salvador, Nicaragua, las Verapaces, sólo por la traición de un delator, capturaron Mixco Viejo, en Chimaltenango que había resistido casi 300 años.

¿Pero qué pasó? Que en 1821 los pueblos no estaban organizados políticamente, no tenían formación política, no tenían organización partidista y los curas, los grandes comerciantes y los usureros, aliados con los grandes finqueros se quedaron con el gobierno y así han estado por los siguientes años.

En 1838, los pueblos se alzaron de nuevo, pero un traidor llamado Rafael Carrera Turcios, se pasó del lado de los curas y los comerciantes y sometieron a una gran masacre al pueblo. Ese traidor de Carrera se vendió con los ingleses y con los gringos, hasta que la invasión gringa a Nicaragua en 1857 hizo que se principiara la lucha de nuevo.

En 1871, grandes masas de campesinos siguieron a los llamados liberales, pero pronto los contrabandistas de García Granados y los otros comerciantes se pasaron al lado gringo y buscaron cómo asesinar al dirigente revolucionario llamado Justo Rufino Barios. Le metieron un tiro por la espalda cuando era segura la unión de Centroa mérica.

¿Qué hicieron los liberales? Robarse todo, salir a regalar el país, diciendo siempre lo mismo,

“que venga la inversión extranjera” y repitiendo siempre lo mismo “los guatemaltecos son incapaces v solo los qringos, los españoles y los alemanes, los coreanos, son buenos para explotar al pueblo”.

Puertos, ferrocarriles, empresas de electricidad, las mejores tierras, la mejor mano de obra, las mejores inteligencias, todo lo entregaron a los sanguinarios y ladrones empresarios gringos. Llegó a tanto los crímenes de esos empresarios, que un tal presidente Franklin Delano Roosvelt tuvo que dictar una ley antimonopolios, por lo ratero que eran esos empresarios. En diciembre de 1954, en un tomo de leyes número 62, consta que el católico, cristiano y con la bendición del Arzobispo de Guatemala, coronel Carlos Castillo Armas, perdonó y ocultó el fraude fiscal de la compañía bananera por cerca de 30 mil millones de dólares, que habían hecho a Guatemala y al gobierno y pueblo de Estados Unidos. Ese crimen no ha prescrito y los guatemaltecos vamos hacer justicia. Son 30 mil millones de dólares que son nuestros.

En 1918, 1919 Y 1920 otra vez el pueblo, encabezados por los obreros Ovando, Meléndez y otros cientos de obreros, lucharon contra los liberales, hasta que en marzo y abril de 1920 pelearon una insurrección popular urbana hasta que derrotaron a los liberales (dirigidos por los generales Chajón, Anzueto, Pineda y todo el gobierno de Estrada Cabrera).

Pero el pueblo no estaba organizado políticamente, tampoco tenían formación política y entonces el mismo ministro de la defensa del gobierno liberal, el general Orellana asaltó el poder y traicionó al pueblo.

El pueblo no se resignó y siguieron desde 1921 hasta 1931, casi 10 años de lucha y organización.

Pero, la embajada gringa impuso de presidente a un tal Ubico, este era un enfermo y asesino cobarde, pero en agradecimiento que los gringos lo pusieron de presidente, persiguió al pueblo, asesinó a todos los dirigentes gremiales, suprimió por un tiempo la universidad, persiguió a cualquier que se atreviera a pensar. Fueron 14 años de persecución y masacres.

A pesar de eso en forma clandestina el pueblo se organizó. Y esta vez se unieron maestros, profesionales, trabajadores y un sector del ejército, ¿por qué un sector del ejército? Porque se dieron cuenta del hambre, la miseria, la criminalidad de todo el ejército como institución y que jueces, juzgados, empleados y grandes ministros, también estaban metidos en la corrupción y robo con Ubico. Ellos cumplían las ordenes del cobarde y ladrón de Ubico.

Esta vez el pueblo sí se organizó en un grupo político, tenían un pensamiento político que era tomar el poder. No querían aumento de sueldos, ni que les dieran zapatos, ni que les dieran guaro o comida chatarra, querían hacer una revolución.

Otra vez se lanzaron, no había otro camino, se lanzaron a todas las formas de lucha que exige una revolución. Fueron a la lucha política, Ubico y sus seguidores atacaron, asesinaron y persiguieron, pero estaba organizado clandestinamente. El pueblo, los militantes, sus parientes, nadie delató a nadie, todos fueron leales. Así fue como derrotaron al ejército profesional, y lo derrotaron porque los civiles, son mejores soldados y más capaces que los mercenarios y vendidos militares. Los civiles hechos militares luchan por un ideal de justicia, de libertad y lo hacen por la revolución.

Se fueron dando uno a uno los pasos necesarios, se dio la lucha cívica, se dio la lucha política, se dio la lucha ideológica. Pero hay que repetirlo, desde esa época, los curas, con el Arzobispo a la cabeza se opusieron al pueblo. Pero el Arzobispo y los curas y sus mentiras no les valieron de nada. No valieron sus palabras, porque con los rezos, las candelas y las procesiones no se pudo detener el gran terremoto de 1943, ni las inundaciones, ni las grandes epidemias (de tifus, cólera y paludismo, decenas de miles de murieron). Hay que repetirlo, porque lo van hacer de nuevo, los curas y los sacerdotes se oponían a las medidas de higiene, de salud y que el pueblo se organizara, en su periódico EL Apóstol, domingo a domingo se oponían a la capacitación, a la educación y a la organización, ¿por qué? Porque sabían que ese era el camino para el triunfo. Y efectivamente el pueblo pudo triunfar.

Los revolucionarios en 1944 hicieron periódicos legales y clandestinos, se hicieron programas de radio, se hicieron grandes manifestaciones y huelgas. Y finalmente los días 19-20 de octubre de 1944 el pueblo se lanzó a una insurrección popular, urbana, encabezada por Jacobo Árbenz y durante varios días se luchó y se triunfó. Se peleó en la capital y en casi todos los departamentos. Se ocuparon una por una todas las municipalidades, cuarteles y oficinas. Hasta la victoria total del pueblo.

¿Qué quería el pueblo? ¿Aumento de sueldos? ¿Qué se dijera que es oficial hablar inglés, francés o el kaqchikel? ¿Que se dijera que son machos o hembras o ni una ni otra? Nada de eso. El pueblo quería que se hiciera una revolución, que se recuperaran tierras, minas, agua, puertos, empresas de electricidad, que las riquezas fueran de quienes son ¿y de quienes son? Pues son de los pueblos todos y de cada uno de los pueblos.

En 1944-1945 hasta 1954 Árbenz, Arévalo, los grandes maestros Manuel Galich, Enrique Muñoz Meany, Víctor Manuel Gutiérrez, Mario Silva Jonama, los hermanos Solórzano Fernández, entendieron bien que sólo haciendo una revolución puede haber justicia, libertad y seguridad.

Mientras esos revolucionarios en 1944 intentaban organizar el nuevo gobierno, los gringos intentaron atacar desde Honduras, atacar desde México y oponerse al nuevo gobierno revolucionario. Los gringos lograron que el Secretario de Relaciones de México, un tal Ezequiel Padilla (como hacen contra Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador), bloqueara a la Revolución Guatemalteca y no permitir el comercio con el nuevo gobierno revolucionario.

Pero en esa época, un pueblo revolucionario de México se opuso y se tuvo que reconocer el gobierno de Guatemala de la Revolución de Octubre de 1944, pero ese gobierno y el de un tal Miguel Alemán conspiraron y enviaron grupos armados contra Guatemala, como instrumentos de los empresarios gringos.

El movimiento de 1944 es un movimiento revolucionario porque se intentó, con la organización, con la lucha recuperar recursos naturales (petróleo, playas, puertos, hidroeléctricas, tierras fértiles, comercio interior y exterior). Es una revolución que busca invertir inmediatamente en escuelas, en salud, en educación, en hacer caminos, pero sobre todas esas cosas capacitar a toda la población.

¿Qué pasó? Que los miserables dueños de tierras de Chimaltenango, San Marcos, Santa Rosa, fueron a pedirle al gobierno gringo que los usara (como máscara), como pantalla y el grueso del gobierno y empresarios gringos (radio, televisión, periódicos, iglesias) se lanzaron contra el pueblo de Guatemala. Jamás el pueblo se alzó contra la revolución, fueron 3 o más terratenientes que fueron a la embajada a pedir que lo usara igual que un general y un pobre coronel.

Estas luchas se han silenciado. También se oculta que fueron los mismos revolucionarios de 1944-54, que por sus vicios, por sus incapacidades, no vieron el peligro, no pudieron organizar la lucha y se dejaron derrotar como viles cobardes. Dejando sólo al pueblo que ha resistido durante 50 años de lucha. Fueron apenas 10 o 15 revolucionarios que no se acobardaron, que intentaron reorganizarse. Y ellos durante 50 años hicieron todas las formas de lucha cívica, política, militar.

¡GLORIA ETERNA A LOS MÁRTIRES DE NUESTRO PUEBLO!

Desde los jóvenes cadetes del 2 de agosto, y de cientos de acciones de oficiales que se sacrificaron en la lucha armada. Miles y miles de maestros, obreros, estudiantes y campesinos. Amas de casa, religiosos comprometidos con la justicia y la verdad.

¿Pero qué han hecho los empresarios gringos y su gobierno llamado USA?

Han impuesto las mentiras como principio político, imponen que los pueblos se desgasten pidiendo uniformes para los equipos de pelota, guaro para las fiestas, que se les ponga música de ruido (muy mala) y se engañe obligándolos a que digan que son machos, que son hembras o que son no-machos ni no-hembras. Es cierto que hay de todo eso, pero eso ni es un tema político, ni es un tema económico ni es un tema que decida el destino de la humanidad. Se imponen para que nos desgastemos y nos destruyamos en luchas inútiles.

Porque mientras nos desgastan en esas luchas, el hambre, la miseria, y el despojo avanzan, ellos corrompen a los jóvenes sin misericordia y constantemente.

Cada noche meten a otras muchachas más en la prostitución, pero cada noche meten a todos (grandes o chiquitos, mujeres, hombres, ancianos o ancianas) en toda clase de crímenes (drogas, contrabando, asaltos, trata de blancas, prostitución y venta de niños). Pero nosotros no somos ciegos para no darnos cuenta, que todos los crímenes que se organizan son para beneficio de los empresarios gringos. Tampoco nos vamos a volver policías o bandas para atacarlos. Esa es obra de un nuevo Estado Revolucionario que dará solución definitivamente y para siempre a esos temas, como se ha hecho en cientos de países.

Ahora los actuales gobiernos de Guatemala, España, Francia y otros países colonialistas, están haciendo fraudes, y lo decimos son fraudes, ahora se está fingiendo -por estos gobiernos desde 1986 hasta hoy- que se concesione para minas, agua, electricidad, electrónica, satélites, recursos energéticos (agua, geotermia, energía nuclear), se dan grandes regalos, supuestamente legales para hacer grandes fraudes bancarios y explotación de mano de obra barata.

Son fraudes porque todas las concesiones son falsas.

No se pueden dar porque van contra el pueblo y van contra la humanidad. Y van contra las mismas leyes que ellos dictaron.

Todas las cosas que han hecho desde los de la democracia (mal llamada cristiana) y los gobiernos posteriores, de dar concesiones de ferrocarriles, carreteras, bosques, cerros que se adjudicaron ellos mismos, todas son casos criminales, porque no son legales, tampoco son legales las concesiones de petróleos y energéticos en general (materiales radiactivos para hacer plantas atómicas o bombas), gas propano, minas de níquel, oro, plata, koltán (arena para hacer computadoras) y ahora las agua de los ríos para inundar el Petén.

¡Por dónde se principia!

Sólo hay un camino que es hacer la revolución, sólo hay un camino que es hacer la justicia.

¿Y que es la justicia?

La justicia es que habiendo tierra, habiendo mano de obra, habiendo tanta hambre, es injusto que no se trabaje la tierra, que no se de trabajo a tanto desempleado y no se le dé de comer a los hambrientos.

Es injusto que habiendo tantos maestros desempleados siga habiendo tantos que no saben leer, no saben escribir y lo peor, no entienden lo que leen ni pueden escribir ni su hombre.

Es injusto que habiendo tanto médico, enfermera, hay tantos enfermos, haya tanta gente sin un día de paz ni salud.

Llegó el momento en que se tiene que definir si se está por defender la naturaleza, los recursos naturales, o se está por la mentira y el engaño (buscando colorcitos de pantalones, o de zapatos) y cancioncitas de borrachos, o se está por la defensa de la libertad y la vida.

Libertad es liberarse de la miseria material y espiritual. El espíritu del pueblo ha sido motivo de engaños y de robos, pero el espíritu del pueblo, su dignidad y su capacidad han sido recuperados y no volverán a ser manejado por los corruptos y traidores.

El espíritu de libertad de la indignidad, el espíritu de respeto y de amor a la tierra, amor a nuestra gente y amor a la vida que se necesita para nosotros y todos los pueblos de la tierra.

El camino está definido y no hay otros caminos. O se hace un cambio profundo a la vida, o lo que sigue será violencia y más violencia, crímenes sobre crímenes, asesinatos sobre asesinatos. Los empresarios gringos, los generales y sus pandillas, los presta nombres criollos están organizándose para una nueva guerra y grandes masacres.

Pero también el pueblo sabe y puede organizarse y unirse para hacer una revolución. Las posibilidades de lucha ahora son más grandes que en ninguna otra época. y son tan grandes las posibilidades de victoria porque gran parte de la humanidad ha descubierto qué hacen los colonialistas, los empresarios gringos haciendo la guerra por todas partes y porqué son sus crímenes adentro del propio gobierno de los gringos. La ambición de riquezas, la necesidad de robar, de mentir, todo lo que dicen son siempre mentiras (que están por la libertad, que predican la fe, que buscan ayudar). Nada de ayuda, nada de fe ni nada de libertad. Son sus negocios y nada más que sus negocios.

Hoy, los pueblos de la tierra están entendidos que hay que dar esa lucha y se está dando y se va a triunfar.

Como dice el grandioso himno de 1910,

¡Tinta en sangre tu hermosa bandera, a vencer o a morir llamará, que tu pueblo con ánima fiera, antes muerto que esclavo será!

Primavera de 2007. Año de la organización.

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